En el mes de agosto de 2020, la tasa de interés promedio ponderada para créditos hipotecarios de la banca comercial se ubicó en 9.73% en términos anuales. Este es el nivel más bajo que ha registrado la tasa hipotecaria en más de tres años, particularmente desde febrero de 2017, cuando se situó en 9.71%.
La marcada disminución en el costo de financiamiento para adquirir una casa está alineada a las decisiones de política monetaria, que como respuesta ante la crisis ocasionada por la pandemia del COVID-19, mantienen la postura de incentivar el consumo. Como ya lo hemos mencionado en otras ocasiones, las características del mercado hipotecario en México (tasas fijas y plazos promedio de liquidación de entre 8 y 10 años), hacen que las tasas de interés de corto plazo limiten su transmisión hacia este mercado, siendo las tasas de largo plazo, en particular el bono a diez años (M10) el que determine el comportamiento de las tasas hipotecarias.
Es por ello que, el hecho de que las tasas hipotecarias se encuentren en niveles históricamente bajos se explica incluso por el ciclo de bajada que experimentó el M10 durante todo 2019, pues pasó de 8.4% en enero a 6.8% en diciembre. Con el comienzo de la pandemia, las medidas se relajaron aún más y de enero a agosto de 2020 pasó de 6.6 a 6.0%. Esto es una reducción de 55 pb.
Dado el efecto rezago de la transmisión monetaria entre el M10 y el mercado hipotecario, esperaríamos que el ciclo de bajadas continúe, e incluso la tasa hipotecaria podría situarse por abajo del 8.0% durante 2021. Esta situación será atractiva para adquirir un crédito hipotecario, pues se incrementará la competencia entre los bancos por ofrecer las mejores tasas.
Por primera vez en 10 años, el crédito bancario al sector privado registró una caída en términos reales. Además, el crédito y la captación del sistema bancario mostraron los efectos de la recesión económica en agosto.