El arte del papel picado en Huixcolotla

Facebook
Twitter
Pinterest
El arte del papel picado en Huixcolotla

El papel picado de Huixcolotla es mucho más que una artesanía, se trata del alma que ondea en las ofrendas del Día de Muertos. Sus figuras recortadas —calaveras, flores, catrinas y soles— se mueven con el viento como si respiraran, recordando que la muerte no significa ausencia, sino regreso.

Desde Puebla, este arte popular conqusita todo México, al llenar de color los templos, calles y ofrendas que honran a los difuntos. En el pequeño municipio de San Salvador Huixcolotla, los talleres familiares conservan una tradición que nació hace casi un siglo y que hoy forma parte esencial de las celebraciones más queridas del país.

¿Cómo surgió el arte del en Huixcolotla?

Los orígenes del papel picado en Huixcolotla se remontan a la década de 1930, cuando el artesano José María García fundó la primera tienda dedicada a su elaboración. A partir de entonces, la comunidad adoptó esta expresión artística como parte esencial de su identidad.

Aunque hoy existen imitaciones industriales, los papeles picados huixcolotlenses se distinguen por su detalle, precisión y el uso de herramientas tradicionales como los punzones y los cinceles.

Proceso artesanal del papel picado

El proceso de creación del papel picado es meticuloso y requiere gran habilidad. Los artesanos comienzan seleccionando el papel adecuado —generalmente china o seda—, cuidando que sea lo bastante resistente para soportar los cortes sin romperse.

Luego diseñan los patrones, inspirados en motivos florales, religiosos, geométricos o de la naturaleza. Cada diseño se traza sobre varias hojas superpuestas, que después se cortan simultáneamente con cinceles y punzones metálicos sobre un molde de plomo o cera.

Noticias Relacionadas