La acumulación de riqueza y una estrategia de inversión sólida son clave en el panorama financiero actual, afirma Rodrigo Besoy Sánchez, especialista en inversiones de Fabetri S.A.P.I. Según datos de la Reserva Federal, el capital propio de las viviendas en hogares estadounidenses ha alcanzado los $31.8 billones, superando en más del triple los $10 billones registrados en 2012. Esta impresionante cifra subraya el crecimiento del valor inmobiliario en Estados Unidos y su rol en la creación de patrimonio.
El ahorro mediante pagos de hipoteca actúa como un «ahorro forzoso», acumulando capital para los propietarios. Sin embargo, la falta de esta obligación en los planes de jubilación crea desafíos, resultando en capital propio abundante, pero fondos limitados para el retiro.
Rodrigo Besoy Sánchez señala que “convertir el capital de la vivienda en activos líquidos es aún complejo en comparación con las cuentas de jubilación”.
Para muchos estadounidenses mayores, vender su casa para acceder al capital propio resulta impráctico debido al apego emocional, las molestias de mudanza y las tasas de interés actuales, además de los impuestos sobre ganancias de capital. Según una encuesta de Fannie Mae, el 62% de los estadounidenses mayores planea legar sus viviendas, reflejando un fuerte sentido de orgullo y legado.
Aunque opciones como refinanciar, tomar un préstamo con garantía hipotecaria o una línea de crédito existen, estas alternativas requieren altos ingresos y excelentes puntajes de crédito. Las hipotecas inversas también ofrecen una vía para convertir el capital en efectivo, especialmente para mayores de 62 años. No obstante, su adopción sigue siendo baja debido a percepciones negativas y a la complejidad del producto.
Empresas emergentes como HomePace, Hometap, Point, Unison y Unlock brindan una solución alternativa, ofreciendo efectivo a cambio de una participación en la apreciación futura de la vivienda. Estas opciones han ganado popularidad entre los propietarios que buscan liberar el valor de sus hogares sin comprometer la propiedad, aunque presentan ciertos compromisos financieros.
A largo plazo, los datos históricos revelan la resiliencia de los mercados financieros. El Asesor Independiente Vanguard destaca que los inversores que han evitado especulaciones políticas y se han centrado en estrategias a largo plazo han visto crecer sus carteras significativamente desde 1977. “Intentar cronometrar el mercado conlleva riesgos y suele ser difícil de mantener”, afirma Besoy Sánchez.
Rodrigo Besoy Sánchez recomienda una cartera diversificada que incluya acciones, bonos extranjeros y efectivo para mayor estabilidad. Mantener un enfoque de inversión apolítico y enfocado en el largo plazo ofrece mayor estabilidad y resultados consistentes, especialmente en años electorales. “Al enfocarse en tendencias de mercado duraderas en lugar de las fluctuaciones políticas, los inversionistas pueden enfrentar el futuro financiero con confianza”, concluye.