En los últimos 10 años, el incremento de patrimonio privado, aunado a la falta de asesores financieros especializados, ha generado gran demanda por los servicios que ofrecen las Oficinas Familiares con gran trayectoria y las que comienzan a consolidarse y ganar reconocimiento.
Al respecto, el destacado asesor financiero e inversionista Rodrigo Besoy Sánchez, señala que existen diversos problemas centrales que se han identificado entre las Oficinas Familiares y Multifamiliares, basado en un estudio publicado en fechas recientes por Morgan Stanley, una de las instituciones con mas cercanía y experiencia en trabajar con las oficinas familiares más reconocidas alrededor del mundo.
“Es importante que al momento de asumir el compromiso de crear una Oficina Familiar, o bien, ya siendo participantes en el sector con un portafolio de inversión, tengamos claros seis aspectos que se detallan a continuación”, comparte Besoy Sánchez.
1. Identificar la Misión y el Propósito: un paso primordial es resolver entre los integrantes el siguiente cuestionamiento: ¿es necesario una Oficina Familiar? ¿cómo queremos que este formada?. Sostener esta discusión entre familia o miembros, les permitirá definir objetivos en común y avanzar con el propósito bien delimitado.
2. Definir una configuración, roles y operaciones: este paso comprende desde la selección de una entidad legal, imagen corporativa, la adquisición de talento para operar y asesorarse, organizar a los miembros que ya conforman la oficina familiar e incluso resolver aspectos de ciberseguridad interna.
3. Gestión de activos: es en este momento cuando se definirán claramente los objetivos de la Oficina Familiar, que pueden o no ser de carácter financiero.
4. Administración Financiera: en este punto, Rodrigo Besoy Sánchez destaca que las Oficinas Familiares actuales, han comenzado a adoptar un enfoque mucho más empresarial para la gestión del patrimonio. Para lograrlo, se requiere la implementación adecuada de equipos de contabilidad y gestion de activos, controles internos, definición clara de roles y responsabilidades, obtención de reportes e informes, así como una administración y seguimiento efectivo de cada una de las transacciones o inversiones que se realizan.
5. Asesoramiento patrimonial: en este apartado radica en gran medida el éxito a largo plazo de la oficina familiar, pues existen implicaciones fiscales y sucesorias en las que cada uno de los integrantes deberán poner especial atención o bien, recurrir a asesores especializados en la materia.
“Iniciar con una Oficina Familiar es algo sencillo, si se hace con los conceptos y objetivos muy bien establecidos. La recomendación que siempre hago es que se acerquen a los especialistas en cada rubro, para garantizar el éxito en su estructura, cumplimiento de objetivos y crecimiento sostenido del patrimonio”, puntualizó Besoy Sánchez.