Los traders de criptomonedas podrían estar cambiando su enfoque principal de regreso a bitcoin después de varias semanas enfocados en ether, activos digitales alternativos e incluso tokens no fungibles (NFT).
Eso podría ser una conclusión de un punto de datos oscuro extraído del mercado de opciones de criptomonedas: el diferencial entre la volatilidad implícita de un mes (IV) para ether (ETH) y bitcoin (BTC). Es una medida de la turbulencia de precios relativos esperada entre los dos, y ha caído al 8%, el más bajo desde el 8 de diciembre, según el proveedor de datos Skew.
Históricamente, el diferencial de volatilidad implícito ha demostrado ser un indicador confiable de los próximos cambios en el liderazgo del mercado. En septiembre, el diferencial de volatilidad implícita de ether-bitcoin cayó a mínimos de varios meses, lo que indica un cambio en el enfoque de los comerciantes hacia bitcoin desde ether y finanzas descentralizadas (DeFi); algunos incluso lo llamaron el final del «Verano de DeFi». Luego, durante los últimos tres meses de 2020, bitcoin aumentó un 168%, superando al éter y otras criptomonedas importantes.
La volatilidad implícita es la expectativa de los inversores de cuán riesgoso o volátil sería un activo durante un período específico, y está impulsada por la presión neta de compra de opciones y la volatilidad histórica de los precios. En este caso, la atención se centra en la diferencia, o diferencial, entre las volatilidades implícitas de los dos activos criptográficos.
En el nivel más básico, la caída en el diferencial a mínimos de tres meses indica que los operadores de opciones prevén que el ether y otras monedas se negociarán en línea con bitcoin, la mayor criptomoneda por capitalización de mercado.
Bitcoin como activo macro
Por lo tanto, los mercados de criptomonedas en los próximos meses podrían negociarse más en línea con los impulsores fundamentales de bitcoin, que el año pasado se vincularon más estrechamente con los datos económicos, porque un número creciente de grandes inversores e instituciones comenzaron a comprar la criptomoneda más grande como cobertura contra la inflación. Los analistas dicen que Bitcoin ha madurado como un activo macro, y varias empresas que cotizan en bolsa, como Tesla, lo agregaron a sus balances.