Tamara Acuña, cineasta que documentaba las marcha del Día Internacional de la Mujer en la Ciudad de México, fue víctima de violencia policial por parte de elementos que se encontraban frente a Palacio Nacional.
En entrevista con el medio Infobae, narró que mientras documentaba la manifestación fue arrastrada al interior de la valla de policías donde los agentes de seguridad le fracturaron dos costillas y le provocaron un esguince en el cuello por jalarle el cabello.
“Yo volteo y grabo con mi teléfono a un policía… era como una media luna de policías en el hueco, de la parte derecha en la esquina había un policía que se estaba como escondiendo detrás de su escudo y se asomaba y cuando volteé con la cámara se volvió a esconder. Lo volví a grabar, igual como que se iba a asomar, me vio, vio directo a cámara y se vuelve a esconder”, relató Tamara.
Pasó cuando mucho un minuto, cuando el mismo elemento de seguridad al que se refirió la atrapó por sorpresa. “Fue muy violento y muy rápido, yo recuerdo como que mis pies volaron, como si me hubiera cargado por atrás. O sea él se salió de la valla, de la barricada, dejó su escudo, se salió, corrió por mí y me agarró. Yo traía el pelo suelto, me agarró del pelo y fue ahí cuando me arrastró, jalándome del pelo hacia dentro de la barrica de Palacio Nacional”, contó la cineasta.
Mujeres ayudan a Tamara Acuña
Afortunadamente las mujeres que se manifestaban contra la rampante violencia de género en el país la auxiliaron y pudieron evitar que la cineasta sufriera más golpes por parte de la policía:
Y ya ahí las morras me vieron e inmediatamente corrieron hacia mí y (también) un hombre de Marabunta, todos al mismo tiempo se dieron cuenta, y corrieron hacia mí y me alcanzaron a agarrar los pies. Entonces ellos me jalaban de los pies para arrastrarme de vuelta hacia afuera y yo tenía la otra mitad del cuerpo dentro de la valla, me estaban pateando, habrán sido como seis policías que me estaban pateando las costillas, me pegaron en la cara, me jalaron el pelo de una manera que, por la fuerza, juré que me lo iban a arrancar.