No es culpa de nadie que gracias a la evolución científica y médica, miles de investigadores estén actualizando sus productos o creando productos aún mejores que los ya existentes en el mercado, lamentablemente no siempre se ve con buena cara esto.
Lo mencionado, es muy similar a la batalla que existe entre los grupos extranjeros, creadores de la pastilla azul, quienes ahora quieren sacar del mercado la pastilla negra, creada por mexicanos y basada en un fórmula suiza.
El miedo es que la pastilla negra llegó a revolucionar la manera de percibir las relaciones sexuales que tanto han cambiado y variado con los productos disponibles, desde hace ya más de 20 años.
Para acabar con la fuerza de la pastilla negra, la competencia acusa por exceso de publicidad del nuevo producto y las promesas atribuidas a un suplemento alimenticio, pero los mexicanos contraatacan destacando que su éxito es justamente porque se trata de un suplemento alimenticio que evita los efectos colaterales de las pastillas azules tales como dolores de cabeza, muertes y el uso indiscriminado y sin control médico.
Además se ha hecho visible que una sustancia activa como la pastilla azul es consumida sin rigurosos exámenes clínicos u opinión médica, lo que a la larga provoca riesgos en los pacientes.
Otra reconocida casa productora que apoya a las pastillas negras prepara para Netflix un documental en idioma inglés que acusa la influencia financiera y política de la industria farmacéutica ejercida sobre los organismos de control sanitario en todo el mundo.
En México las farmacéuticas preparan una fuerte estrategia de presión sobre las autoridades mexicanas, sobretodo Cofepris, para eliminar del mercado a su preocupante competencia, alegando que la publicidad de las pastillas negras es indebida.
La actual administración del gobierno mexicano tiene que mostrarse muy cautelosa y enérgica con el combate a la corrupción y sobre todo no ceder ante la influencia del poderío económico multinacional.