La ciudad como escenario de transformación. Alfredo Gadsden Juárez ve en los espacios urbanos no solo problemas, sino también oportunidades. Ante un escenario de crisis climática, exclusión social y colapso de infraestructura, su propuesta gira en torno a una regeneración urbana centrada en la comunidad.
El crecimiento urbano sin planificación, una bomba de tiempo
El Informe de Ciudades Prósperas de ONU-Hábitat alerta sobre el crecimiento acelerado y desordenado de muchas urbes en el mundo. México no es la excepción: en 2023, la Ciudad de México superó los 9 millones de habitantes, según el Consejo Nacional de Población (CONAPO), lo que ha intensificado los problemas de movilidad, vivienda y seguridad.
Gadsden Juárez lo resume en una frase contundente: “Estamos viviendo en ciudades pensadas para el pasado. Necesitamos diseñar entornos que respondan al presente y preparen para el futuro”.
Regenerar el espacio público: una respuesta estratégica
La estrategia que impulsa se basa en rescatar espacios públicos olvidados y convertirlos en centros de vida comunitaria. Esto implica mucho más que urbanismo; se trata de activar redes de solidaridad, fortalecer la seguridad y promover el sentido de pertenencia.
“El espacio público no solo es físico. También es simbólico. Representa lo que somos como sociedad y lo que aspiramos a ser”, explica Gadsden.
Este enfoque responde a los principios de sostenibilidad urbana promovidos internacionalmente, en los que la planificación urbana debe estar alineada con metas sociales y ecológicas a largo plazo.
Comunidad y diseño participativo
Una de las claves del modelo de Gadsden Juárez es el diseño participativo. Lejos de imponer soluciones desde una visión tecnocrática, su enfoque parte del diálogo con las comunidades locales, quienes conocen mejor que nadie sus necesidades y fortalezas.
“Las ciudades no deben construirse para las personas, sino con las personas”, señala. Así, cada proyecto se convierte en una oportunidad para reconstruir confianza, identidad y cohesión social.
Hacia un nuevo paradigma de desarrollo urbano
Para Gadsden Juárez, el desarrollo urbano debe ser entendido como un proceso inclusivo, sustentable y justo. Esto requiere cambios estructurales en la manera en que se planifican y gestionan las ciudades: uso del suelo más eficiente, movilidad sustentable, acceso universal a servicios básicos y políticas públicas alineadas con la Agenda 2030.
Además, propone una sinergia entre todos los sectores: gobiernos responsables, empresas con visión social y ciudadanía comprometida. Solo así, sostiene, se podrán construir ciudades resilientes y con calidad de vida para todos.
“Cada metro cuadrado que recuperamos no es solo cemento o pasto; es una oportunidad para cambiar la vida de alguien”, concluye.