Makoto Uchida, quien es el director ejecutivo y jefe de Nissan pone en riesgo su puesto ya que ha mencionado que dejaría su puesto a los accionistas si no logra un cambio de rumbo para la industria.
Y puede ser que se arrepienta de estas declaraciones ya que el grupo automotriz japonés tiene un plan para superar la crisis, donde se van recortar los costos fijos anuales de 300 mil millones de yenes (2 mil 800 millones de dólares).
De manera que para los gerentes no habrá aumentos salariales y se perderán cientos de puestos de trabajo en las plantas, entre ellas las de Sunderland (Reino Unido), Barcelona, Brasil y México lo que va a significar que caerá una quinta parte de la producción.
Sin embargo esto no es nuevo ya que en Indonesia ya se habían hecho recortes y se habían dejado a algunas plantas funcionando por debajo de un tercio de su capacidad.
Asimismo aunque se pongan metas a corto plazo estas no podrían ser posibles por que los objetivos de reestructuración no son factibles sin un marcado. Debido a que los costos del año pasado de Nissan fueron de una pérdida neta de 671 mil millones de yenes.
Y en el caso de sus mercados en países más grandes y donde tiene más presencia la marca Nissan como es el caso de Japón (EU y China) la empresa se ha convertido en una marca barata y anticuada.