Moody’s confirmó la calificación crediticia de la deuda soberana de México a largo plazo en moneda extranjera en Baa2, aunque ajustó la perspectiva de estable a negativa.
La calificación se mantuvo dos niveles por encima del grado de inversión, destacando la solidez de la posición financiera del país.
La agencia subrayó la resiliencia económica de México, basada en una economía diversificada y un historial comprobado de políticas fiscales y monetarias prudentes.
No obstante, el cambio en la perspectiva respondió a preocupaciones sobre un posible debilitamiento institucional que podría haber impactado el clima de negocios y, por ende, los resultados económicos.
El ajuste en la perspectiva se atribuyó a preocupaciones por rigideces en el gasto público y los desafíos en la consolidación fiscal. Además, Moody’s destacó que, al momento de su evaluación, no contaba con la información actualizada sobre el Presupuesto de 2025 ni las proyecciones fiscales que la Secretaría de Hacienda presentaría al Congreso en los días siguientes. Esto podría haber influido en su análisis.