Dentro del mercado hay créditos de 1.000 euros de todo tipo: para financiar los estudios, para cubrir imprevistos, con plazos largos y cortos y hasta gratuitos. Dada esta amplia oferta, puede ser complicado saber qué préstamo pedir, pero es importante que elijamos correctamente para no pagar más de la cuenta por un producto que, en realidad, no teníamos la necesidad de contratar.
Muchas personas tienen falta de liquidez cuando más la necesitan. Una de las posibilidades es, la solicitud de un crédito de 1.000 euros, conocidos como micropréstamos, que consiga cubrir esas necesidades coyunturales para acometer determinados gastos que tengamos. Y es que con este tipo de financiación podrás conseguir desde 50 euros en adelante, de forma inmediata, aunque con un plazo corto de devolución: entre 30 y 50 días.
Dentro del mercado hay créditos de 1.000 euros de todo tipo: para financiar los estudios, para cubrir imprevistos, con plazos largos y cortos y hasta gratuitos. Dada esta amplia oferta, puede ser complicado saber qué préstamo pedir, pero es importante que elijamos correctamente para no pagar más de la cuenta por un producto que, en realidad, no teníamos la necesidad de contratar.
¿Cuál es el principal inconveniente de este tipo de producto? Principalmente, que tienen unos intereses demasiado altos y que están sujetos a importantes penalizaciones. La letra pequeña en este caso importa y mucho.
Solicitar dinero a una entidad financiera hará que encuentres menos ofertas, aunque, eso sí, los intereses serán mucho más reducidos. Igual sucederá con el plazo de devolución, que será más largo, por lo que tendrás un margen mayor para devolver el dinero que te han prestado. Desde luego, es la mejor alternativa a tu alcance.
Entre los créditos que más destacan hay que tener en cuenta tres variables diferentes para conocer cuáles son las mejores opciones. Por un lado, el tipo de interés nominal (TIN), las comisiones de apertura, estudio y cancelación parcial o total. En última instancia, la vinculación que el banco le pida al cliente.
Una vez que conocemos todo esto… ¿Cuál es el mejor préstamo para solicitar 1.000 euros? La posibilidad más atractiva desde el punto de vista del usuario la encontramos con el Préstamo Expansión Puntual de Banco Sabadell. Se trata de un crédito que no aplica intereses, puesto que ofrece un TIN del 0%.
Como contrapartida, sí tiene comisión de apertura, pero oscila en relación al plazo de devolución que selecciones. Por lo tanto, si aplazas la financiación a un mes, la comisión será de 20 euros. En el caso de tres meses será de 40 euros, mientras que, para 10 meses será de 1.000 euros. El crédito facilita que pidas entre 1.000 y 3.000 euros con un plazo para devolverlo entre uno y 10 meses.
Inmediatamente después se encuentra el préstamo 24 de Abanca. Con un interés del 5,45% permite solicitar hasta 60.000 euros, aunque se pueden pedir pequeñas cantidades. Dicho lo cual, la entidad bancaria aplica una comisión de apertura del 1,5%. Aún así, por debajo de lo que ofrecen las firmas de créditos rápidos.
Otra opción es el Ibercaja Préstamo Directo. El banco permite financiar hasta un máximo de 60.000 sin la aplicación de ninguna comisión de apertura. Todo ello, a cambio de un tipo de interés nominal (TIN) del 5,9%. Una alternativa interesante en comparación con otras posibilidades que ofrece el mercado. En esta línea, ninguna de estas propuestas supera tiene un interés superior al 6% TIN.
Después hay otras opciones como el Préstamo Dispón de Laboral Kutxa, a cambio de un interés del 6,5%; o el Préstamo Personal de Openbank. En este último caso, el banco digital de Santander ofrece financiar hasta 24.000 euros a un tipo de interés del 6,95% y sin cobrar ninguna comisión de apertura.
¿Y cómo se pueden conseguir este tipo de créditos? Se pueden contratar tanto en oficinas como a través de internet. Aquellos que hagan la solicitud por primera vez, tienen que conocer que, en primer lugar, deberán solicitarlo por canales digitales. Una vez completado, la entidad bancaria se pondrá en contacto con la persona que haya facilitado sus datos y exigirá distintos documentos con los que chequeará el nivel de solvencia económica que tengas. Acto seguido, el banco te notificará si te concede o no el préstamo.