Por la avalancha de viajeros vivida en este verano, la industria de la aviación batalló para mantenerse al día, puesto que ahora que no hay tantos vuelos, y las aerolíneas padecieron los efectos de las contrataciones masivas hasta poner límites de viajeros, con el fin de asegurar a los mismos una buena experiencia.
Por ejemplo, Aerolíneas como Iberia Express están batallando con huelgas salariales que pueden afectar hasta 17 mil pasajeros.
De igual forma, British Airways, Deutsche Lufthansa y Wizz Air recortó la cantidad de vuelos hasta el 2023, para no pagar millones de dólares en reembolsos, compensaciones y otros gastos asociados a las interrupciones.
Y a la vez, esto se ha combinado también porque los aeropuertos han decidido extender el límite de viajeros permitidos hasta octubre.
En la región Asia-Pacífico, por los casos de COVID-19 e influenza en la tripulación, la aerolínea Air New Zealand anunció recortes en los próximos seis meses en lo que su staff se recupera y logren contratar a más gente.
Así pues, este sector pasa por una crisis en el momento en que ha comenzado a recuperarse la demanda de vuelos en la región.
Fuente: Expansión