En un encuentro convocado por Veolia México, representantes del sector privado y organizaciones especializadas en gestión del agua coincidieron en que el país enfrenta un escenario de presión creciente este recurso.
Su disponibilidad, calidad y distribución condicionarán la operación industrial y la competitividad económica en los próximos años.
Las intervenciones subrayaron que el reto ya no es únicamente ambiental, sino de productividad, continuidad operativa y estabilidad para sectores estratégicos como alimentos y bebidas, manufactura y agroindustria.
Desbalance estructural en el uso del agua
Raúl Rodríguez, presidente del Consejo Consultivo del Agua, presentó un panorama donde los principales desafíos se encuentran fuera del entorno industrial. Señaló que el uso del agua en México está marcado por una alta concentración en el sector agrícola, que consume cerca del 75% del recurso nacional. Sin embargo, estimó que este segmento desperdicia alrededor del 66% debido a la falta de tecnificación y a la ausencia de apoyos suficientes para modernizar sus sistemas de riego.
En contraste, la industria consume menos del 5%. Pese a ello, es uno de los sectores con mayor presión regulatoria y social para adoptar prácticas más responsables. El uso eficiente del recurso finito es la métrica que impulsan; falta cultura de cuidado del agua y también inversión estratégica en infraestructura adecuada.
El titular del consejo explicó que México cuenta con poco más de 4,000 plantas de tratamiento, pero cerca de 2,000 están fuera de operación por falta de recursos para mantenimiento o renovación tecnológica. Destacó que las tecnologías necesarias —tratamiento avanzado, regeneración, rehúso y desalinización— ya existen y han sido probadas en otros países, pero requieren inversiones, claridad de hoja de ruta y trabajo en ecosistema entre actores públicos y privados.
Fuente: MexicoIndustry












