Después de que Occidente suspendiera la certificación del gasoducto, que iría de Rusia a Alemania, Nord Stream 2 AG, la empresa que es parte del gigante energético ruso Gazprom, quebró porque a falta de dinero no pudo afrontar sus obligaciones.
Las sanciones internacionales por la invasión de Rusia a Ucrania fueron la estocada final, pues la empresa se asfixió con su deuda desde antes, al invertir un total de 11 mil millones de euros en infraestructura; entre las secuelas hay 106 empleados despedidos.
La semana pasada, Berlín anunció la suspensión del proyecto y el propio Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, previó sanciones contra los directivos de Nord Stream 2, que no pudieron solventar y el día de ayer la empresa se declaró en quiebra.
Fuente: Expansión