El Banco Popular de China recortó su tasa de interés en 0.1% para dejarla en 2.75%, pese a que la mayoría de los bancos centrales las están subiendo.
China inyectó 59 mil 300 millones de dólares para que las personas se pongan a consumir y las empresas a producir, ya que la Oficina Nacional de Estadística advirtió de los riesgos de una posible estanflación y una recuperación interna débil.
Las autoridades chinas esperan un crecimiento del 5.5% al final del año, aunque muchos especialistas ven muy difícil ese número y en cambio creen que cierre el 2022 con 3.3%.
Debido a que China es la segunda economía más grande del mundo, los mercados internacionales reaccionaron: los futuros del petróleo Brent cayeron un 5%, el precio del cobre cayó 2.5%, los futuros de la soya cayeron un 3.1% y el dólar ganó 0.7% frente al yuan chino.
Por ende, los especialistas esperan que la recuperación económica cueste trabajo, y más si se presentan nuevos brotes de COVID-19.
Fuente: Money Brief