El 28 de noviembre de 2025, a las 10:31 horas (hora del centro de México), despegó desde la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, California, la misión Transporter-15 de SpaceX.
Entre los 73 satélites desplegados en órbita baja terrestre se encontraba el MXÁO-1, un cubesat de 25 kg y dimensiones 20 × 20 × 40 cm desarrollado íntegramente por la Alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México. Es el primer satélite lanzado por un gobierno municipal en México y en toda América Latina.
El proyecto, impulsado por el alcalde Javier López Casarín, se completó en tiempo récord: menos de un año desde su anuncio formal hasta el lanzamiento exitoso, después de tres intentos cancelados por problemas técnicos del cohete Falcon 9. La coordinación estuvo a cargo del Clúster Universitario de Alto Nivel de Santa Fe, integrado por 19 instituciones académicas, con financiamiento y ejecución técnica de la empresa mexicana Macrolab y apoyo directo de la alcaldía.
Satélite
El MXÁO-1 opera a 521.6 km de altitud y lleva una cámara multiespectral de 1.5 metros de resolución por píxel. Sus imágenes servirán para identificar zonas de precarización habitacional, monitorear áreas verdes y barrancas, detectar falta de infraestructura urbana (pavimentación, alumbrado público), mejorar la planeación de rutas seguras y fortalecer la gestión de riesgos ante sismos e inundaciones. Los datos se procesan con algoritmos de inteligencia artificial y se integran a programas municipales como “Ciudad Iluminada. Camina Libre, Camina Segura”, que busca reducir la incidencia delictiva mediante planeación basada en evidencia espacial.
Este satélite no es un proyecto simbólico: genera información operativa diaria que impacta directamente en la toma de decisiones de la alcaldía. Su vida útil estimada es de tres años, período durante el cual transmitirá imágenes de todo el territorio nacional, aunque su prioridad operativa será Álvaro Obregón y la Ciudad de México.












