México, a 03 de agosto.- El especialista en turismo Daniel Madariaga Barrilado indica que varios sectores asociados al turismo siguen sin afianzar una plena recuperación. Por ello, las estrategias establecidas con el fin de evitar pérdidas económicas mayores están a prueba, agrega. A lo anterior, se suma que el país ha vivido dos olas de contagios por Covid-19 y estamos atravesando la tercera.
Conforme a la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), somos tercer lugar de economías en desarrollo con menor caída de visitantes extranjeros. Esto, sólo por debajo de Madagascar y Laos. La resiliencia mostrada por el ramo turístico está muy lejos de romperse como ha sucedido en otros sitios, declara el especialista.
“Mucho se habla de que la recuperación turística será una realidad después de 2023 o 2024, al menos así lo proyecta la propia Organización Mundial del Turismo (OMT); no obstante, nuestro país ha sabido canalizar ciertas temporadas en lo que va del 2021 para lograr registros positivos, que de acuerdo con cifras del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) han alcanzado el 95% en algunos destinos de playa”.
Monitoreo preciso y medidas sanitarias, las prioridades
El reconocido especialista indica que las prioridades actuales se centran en llevar un monitoreo exacto de los procesos de inoculación y aplicar medidas sanitarias en los destinos turísticos del país. Dichas medidas, no sólo para que nuestros visitantes tengan garantías, sino disminuir el número de contagios y así reducir la duración de la tercera ola.
Madariaga indica que no se pierda de vista el nulo apoyo a la Iniciativa Privada (IP) por el impacto y repercusiones de la variante Delta. No obstante, añade, confía en el aprendizaje de las dos olas de contagios anteriores. Dichas experiencias nos dan opciones para evitar los cierres y confinamientos que resulten en fragilidad para el ramo y sus áreas asociadas.
Para concluir, Daniel Madariaga Barrilado explica que otro campo en el que el rubro turístico muestra fortaleza y resiliencia es el de los mercados bursátiles. Mientras en Estados Unidos compañías del rubro que cotizan en bolsa sufrieron variaciones de hasta –9%, en México el efecto es menor, exceptuando grupos aeroportuarios, mismos que vivieron descensos de entre –3% y –7%.
