Mientras a nivel mundial uno de cada 700 niños nace con labio y paladar hendido, en México, la incidencia de anomalías craneofaciales es de uno por cada 750 nacimientos.
El labio o paladar hendido se han clasificado como malformaciones que ocurren durante la etapa de gestación, siendo entre las cuatro y siete semanas de embarazo cuando deberían desarrollarse los tejidos y células especiales de estas partes del feto.
Aunque se desconocen las causas de las hendiduras orofaciales en la mayoría de los bebés, la combinación genética puede ser uno de los factores de riesgo, que, aunado a otros como fumar durante el embarazo, padecer diabetes tipo 1 o 2 o tomar ciertos medicamentos para la epilepsia durante la gestación, pueden aumentar las probabilidades de su incidencia.
“En un país con el tamaño y la población de México, significa que más o menos nacen alrededor 10 niños todos los días con labio y paladar hendido. La mayoría de estos niños son atendidos en el sector salud, pero existe un porcentaje considerable de población vulnerable que no tiene acceso a estos servicios o posibilidades económica para sufragar los costos del tratamiento”, explicó el doctor Rodrigo Morales De La Cerda, Director Médico de Centro SUMA.
En ese escenario, es que Corporativo Kosmos ha asumido el compromiso de generar mejores condiciones de vida para menores con este padecimiento, al sumarse a la causa impulsada por Centro SUMA, organización especializada en dar atención integral a niñas y niños con labio y paladar hendido.
A través de la Fundación Pablo Landsmanas, brazo social de la empresa, Corporativo Kosmos destina recursos para realizar cirugías de labio y paladar hendido en menores en situaciones vulnerables.
Pero también, proporciona despensas para las familias de estos pequeños, buscando así ofrecerles la seguridad alimentaria prescrita por sus nutriólogos antes y después de sus cirugías.
El vínculo entre Corporativo Kosmos, Fundación Pablo Landsmanas y Centro SUMA surgió en el año 2019 cuando comenzó la donación de recursos destinada a procedimientos quirúrgicos de reconstrucción. Un año más tarde, la empresa decidió sumar esfuerzos a través de la donación de alimentos de canasta básica, por ser la nutrición una parte esencial para el éxito en la preparación y recuperación de los menores.
La empresa dirigida por la familia Landsmanas, se ha desmarcado no sólo por ofrecer los más altos estándares de calidad en sus servicios, sino también, por imprimir la visión filantrópica y el enfoque social en cada una de sus operaciones, buscando así generar un bien común entre la sociedad pero sobre todo, en los sectores más vulnerables de la población en quienes han centrado gran parte de sus esfuerzos y donativos.