Antes de solicitar un préstamo de manera formal, son muchos los que recurren a los típicos simuladores de internet para conocer cuál sería la cuota mensual en función del dinero que desean solicitar a su entidad bancaria. Aunque es una buena herramienta, que sirve para saber lo que pagaríamos todos los meses, se queda un poco corta. La razón se encuentra en que estos simuladores – ya sea el de los propios bancos o algunos ajenos a ellos – no muestran toda la información. Es decir, darán la información del total de la cuota, pero no de los intereses que en ella van implícitos.
De esta manera, en la cuota se incluye el interés y la parte del capital que vamos a devolver. Por eso, es un ejercicio que deberíamos hacer cuando pedimos un préstamo. Además, nos puede servir como herramienta para saber la diferencia en el interés entre un banco u otro, o entre una entidad prestamista exclusivamente y una entidad bancaria.
Probablemente, puede parecer sencillo a simple vista. Ya que resumiéndolo mucho, se trata de conocer la diferencia entre el capital concedido y los intereses extra. Pero es algo que se complica a la hora de mirarlo sobre el papel. En el contrato de un préstamo aparecen conceptos como Tipo de Interés Nominal (TIN), Tasa Anual Equivalente (TAE), plazo de amortización y comisiones. Por eso, es necesario ir por partes y por conceptos.
El Tipo de Interés Nominal indica el porcentaje que el banco cobrará en función de la cantidad prestada. Lo normal en España, es encontrar un TIN de entre el 5 y el 10%. Aunque, para tener una visión más completa de los intereses, lo recomendable es fijarse en la Tasa Anual Equivalente; más que nada porque la TAE incluye dentro de ella conceptos como el TIN y las comisiones. Este barómetro también calcula el plazo de amortización de la deuda y la variación en función de la cantidad solicitada.
La comisión de apertura es otro de los conceptos clave, y se trata de la cantidad que el banco cobra por las gestiones que el banco hace y por poner el dinero a tu disposición. Por lo que a veces es probable que veamos un préstamo al 0% TAE, pero eso no significa que no se pague nada por la comisión de apertura.
El interés simple y el compuesto
La variante que también nos permitirá calcular nuestros intereses, es saber si el interés se calcula de manera simple o de manera compuesta. Generalmente, los bancos utilizan el interés compuesto, que se calcula de una manera diferente y algo más compleja. Si el préstamo es de 10.000 euros y el interés mensual es del 5%, se debe calcular de la siguiente manera: 10.000 x 5 = 500 euros. Ese sería el interés mensual que se pagaría. Para calcular el interés compuesto, también se toma en cuenta el capital inicial, pero se consideran los intereses generados durante el periodo. Entonces habría que calcular 10.000 x 5 = 500 euros, al mes siguiente 10.500 x 5 = 525, 11.025 x 5 = 551,25 y así sucesivamente.
El cálculo de la TAE
Para calcular la Tasa Anual Equivalente, hay que tener en cuenta los siguientes conceptos: capital inicial, que es el dinero prestado por el banco; los gastos en origen o constitución, que deben aparecer en el contrato; los gastos periódicos; la periodicidad de los pagos; el tipo de interés nominal anual y el plazo de amortización.
Sabiendo todo esto, pongamos por caso un préstamo de 10.000 euros en el que el gasto en origen se estipula en 200 euros, los gastos periódicos en 50 euros, lo pagaremos mensualmente, y el interés nominal anual es del 5%, pagándolo a 4 años. La TAE que calcula el Banco de España para este caso es del 17,8%. Lo que supone pagar 1.780 euros de intereses extra. Aunque, no son los únicos intereses que el banco puede cobrar al cliente.
Hay que tener contemplar que esta tasa no tiene en cuenta el cálculo del costo efectivo de algunos conceptos, como los desembolsos que el cliente pueda evitar en uso de las facultades que le concede el contrato, los gastos que han de abonarse a terceros o los seguros o garantías.