San Miguel de Allende ha sido, por décadas, un símbolo de arte, cultura y hospitalidad. Hoy, da un paso más allá para convertirse en un modelo de ciudad moderna y sostenible. En este contexto surge Artesanto en Distrito Corazón, un desarrollo que redefine la manera de habitar la ciudad al fusionar elegancia, conectividad y respeto por el entorno urbano.
San Miguel se transforma: innovación y calidad de vida
El “Nuevo San Miguel de Allende” emerge como un referente del Bajío, con una economía que combina turismo, cultura, industria creativa y tecnología. La inauguración del centro de datos QR04 de ODATA refleja esta nueva etapa, donde la infraestructura digital convive con el arte, la gastronomía y la arquitectura colonial.
En este entorno, Artesanto se consolida como un punto de encuentro entre pasado y futuro: un proyecto residencial pensado para quienes buscan confort, diseño sustentable y cercanía con los principales corredores industriales y culturales de la región. Su planeación integral promueve el equilibrio entre espacios habitacionales, servicios y áreas verdes, contribuyendo a una vida urbana más armónica.
Distrito Corazón: comunidad y sustentabilidad
Con una inversión inicial de 800 millones de pesos, Artesanto forma parte del Distrito Corazón, una comunidad que prioriza la sustentabilidad, la eficiencia energética y el bienestar social. Cada detalle —desde la movilidad hasta el paisajismo— fue concebido para generar valor a largo plazo, tanto para los residentes como para el entorno local.
San Miguel de Allende deja de ser solo un destino turístico de élite para convertirse en un ecosistema urbano vibrante, donde la innovación no sustituye la historia, sino que la enriquece. Vivir en Artesanto significa ser parte de un San Miguel que mira al futuro sin perder su alma.
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