La nueva autopista Silao–San Miguel de Allende promete cambiar la forma en que se vive y se transita por el Bajío. Más que una obra de concreto y acero, será un puente entre el corazón industrial de Guanajuato y el espíritu cultural de una de las ciudades más emblemáticas de México.
Con 52 kilómetros de extensión, la vía reducirá en 30 minutos los tiempos de traslado y suavizará el recorrido eliminando un 60% de las curvas de la carretera libre actual. Para quienes viajan a diario por motivos de trabajo, turismo o negocios, no se trata solo de minutos ahorrados, sino de un acceso más seguro, directo y cómodo hacia San Miguel de Allende, destino reconocido internacionalmente por su riqueza histórica y su calidad de vida.
La autopista no solo beneficiará a quienes transitan entre Silao, Dolores Hidalgo y San Miguel. Al facilitar la llegada de visitantes, trabajadores y nuevas inversiones, se espera un incremento en el turismo y la demanda de vivienda en la región, una oportunidad que pone en el centro la pregunta de qué tipo de desarrollos deben dar forma a ese crecimiento.
En este contexto, proyectos como Artesanto, dentro del Distrito Corazón, cobran relevancia. Más que un conjunto habitacional, Artesanto se concibe como un tejido vivo de comunidad, pues promueve la contratación de artesanos y proveedores locales, integra oficios y materiales de la región y, al mismo tiempo, mantiene el equilibrio con la estética colonial que ha hecho de San Miguel un referente mundial.
“Cuando se construye infraestructura de este nivel, hay dos caminos, llenar el entorno de desarrollos sin identidad o crear espacios que dialoguen con la historia y la naturaleza del lugar”, explicaron los desarrolladores de Artesanto. “Nosotros elegimos el segundo camino, optamos por un proyecto que use materiales locales, genere empleo en la zona y conserve el estilo colonial que define a San Miguel, garantizando un desarrollo económico y sostenible en la región, esa es nuestra aportación.”
Además de la nueva autopista Silao–San Miguel, avanza la rehabilitación de la autopista Guanajuato–Silao, lo que significa mejor conectividad regional, más visitantes y mayor dinamismo económico para Guanajuato y el Bajío. En este nuevo mapa de accesibilidad, Artesanto no solo será un destino para vivir, sino un punto de encuentro entre quienes buscan un hogar y quienes ofrecen su talento y trabajo en la comunidad local.