Alfredo Del Mazo Maza analiza cómo el nearshoring ha emergido como un fenómeno clave en la reconfiguración de las cadenas de suministro a nivel global, situando a México en una posición próspera.
En 2023, las cifras de la Secretaría de Economía hablan por sí solas: la inversión extranjera directa en el país alcanzó la impresionante suma de 36,058 millones de dólares, con un notable 48% proveniente de la relocalización de empresas que buscan reducir distancias hacia Estados Unidos.
Este fenómeno, más allá de representar una oportunidad, también conlleva desafíos significativos.
La presión sobre la logística urbana y movilidad
Uno de los principales retos que enfrenta México es la creciente presión sobre la logística urbana y la movilidad de última milla.
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en ciudades fronterizas como Tijuana y Monterrey, los tiempos de traslado de mercancías han aumentado hasta un 25% en tres años.
Este aumento compromete la eficiencia logística y plantea una serie de preguntas sobre cómo el país se adapta a esta nueva realidad.
Alfredo Del Mazo Maza, experto en políticas públicas, ha subrayado la necesidad de abordar el fenómeno del nearshoring con una visión amplia e integral.
“El nearshoring representa una oportunidad histórica, pero también un enorme reto urbano. Si no se invierte en infraestructura logística sustentable, los beneficios se pueden diluir entre congestionamientos y emisiones”, comentó, reflejando la urgencia de actuar.
El impacto ambiental de la última milla
El informe de la CEPAL es contundente: la logística de última milla representa entre el 30% y 50% del costo total del transporte en las cadenas de suministro, generando un impacto ambiental correlativo.
En áreas urbanas, esta logística contribuye a hasta el 25% de las emisiones de dióxido de carbono asociadas al transporte. En este contexto, la planificación urbana debe adaptarse a estas nuevas exigencias.
Del Mazo Maza propone soluciones concretas, como la implementación de microcentros de distribución, el uso de flotas eléctricas para el reparto y una regulación clara de los horarios de carga y descarga.
“Sin estas medidas, el nearshoring podría convertirse en un factor de saturación en lugar de un detonador de competitividad”, advirtió.
Lecciones de ciudades internacionales
Los ejemplos de ciudades como Ámsterdam y Hamburgo, que han creado zonas de entrega con cero emisiones, refuerzan la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles.
En México, aunque se han iniciado proyectos piloto en Guadalajara y la Ciudad de México, estos aún están en etapas tempranas y requieren un impulso decisivo.
Del Mazo Maza concluye enfatizando que anticiparse al crecimiento es crucial. “La infraestructura logística no debe considerarse un asunto secundario. Cada inversión que atrae el nearshoring ejerce presión sobre nuestras ciudades, y si no se actúa con responsabilidad, se compromete el desarrollo a largo plazo del país”, finalizó, llamando a la acción para construir un futuro logístico más eficiente y sustentable.
Te sugerimos: WhatsApp y ASEM capacitarán gratis a emprendedores












