En un contexto global marcado por la urgencia ambiental y el alza en los costos energéticos, la domótica emerge como una de las herramientas más prometedoras para transformar la forma en que habitamos nuestros hogares.
Para Ernesto Mizrahi, especialista en arquitectura sostenible, la automatización inteligente no es solo una tendencia, sino una solución clave para lograr viviendas eficientes, confortables y responsables con el entorno.
“La domótica no se trata solo de confort o lujo. Es una tecnología con el potencial de reducir significativamente el impacto ambiental de nuestras viviendas, al mismo tiempo que mejora la calidad de vida de quienes las habitan”, afirmó.
La domótica, supone el conjunto de sistemas automatizados para gestionar iluminación, climatización, consumo energético y seguridad en un hogar, está cada vez más presente en proyectos arquitectónicos sustentables. Un estudio del Consejo Mundial de Edificios Verdes (WorldGBC) destaca que los edificios inteligentes pueden reducir el consumo de energía en hasta un 30%, y las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 % si se integran adecuadamente sensores y sistemas automatizados.
En México, esta tendencia comienza a consolidarse. De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (CANADEVI), al menos uno de cada cinco desarrollos residenciales verticales en la Zona Metropolitana del Valle de México incorpora ya algún sistema domótico básico, como control de iluminación o monitoreo de consumo energético.
“Estamos viendo un crecimiento importante en la demanda de viviendas que incorporen soluciones inteligentes, desde sensores para regular el clima interior hasta sistemas de monitoreo remoto para el consumo de agua y energía. La tecnología está ayudando a que las viviendas sean más resilientes y adaptables a sus habitantes”, precisó Ernesto Mizrahi.
Pero más allá del confort, la domótica también es una herramienta para la inclusión y la accesibilidad. Sistemas activados por voz, control remoto desde aplicaciones móviles y programación de rutinas diarias pueden hacer que personas con movilidad reducida o adultos mayores vivan con mayor autonomía.
Asimismo, la domótica permite detectar a tiempo fugas, incendios o robos, aumentando la seguridad y previniendo riesgos.