La Estrategia Ambiental de SAC-TUN, cuya primera fase va de 2019 a 2022, es un esfuerzo e inversión de largo plazo en la que la empresa trabaja con reconocidas instituciones y organizaciones de la sociedad civil, gubernamentales y científicas, cooperativas pesqueras, comunidades locales y otros actores.
Fue en 2019, cuando la empresa SAC-TUN desarrolló una estrategia de impacto ambiental a largo plazo, congruente con la visión corporativa que ha regido durante más de 100 años las operaciones de Vulcan Materials Company, su casa matriz en los Estados Unidos.
En dicha estrategia, SAC-TUN apoya la conservación de las áreas naturales protegidas del Caribe mexicano, en particular de la Reserva de la Biosfera Caribe Mexicano y áreas protegidas asociadas.
Acciones de SAC-TUN para la conservación ambiental
El Caribe mexicano y sus alrededores tienen un gran valor por su belleza natural, biodiversidad única y los servicios ambientales que brindan a la población y la región, que incluyen captura de agua dulce, secuestro de CO2 y protección de la costa y las poblaciones humanas contra los fenómenos climáticos extremos y el aumento del nivel de mar.
Las áreas naturales protegidas son una de las herramientas de política pública más efectivas y con mayor reconocimiento internacional por su enorme potencial para conservar la biodiversidad y los bienes y servicios ambientales, y para mejorar las condiciones económicas y sociales de las poblaciones locales por medio del uso sostenible de los recursos naturales
Con el uso de tecnología de punta, los proyectos que conforman esta alianza contribuyen al desarrollo económico de la región y al bienestar de las comunidades de Playa del Carmen y el estado de Quintana Roo.
Voceros de la empresa han precisado que estos proyectos buscan: (i) la conservación de especies vegetales y animales endémicas, amenazadas o en peligro de extinción; (ii) la conservación de ecosistemas y servicio ambientales prioritarios que fortalecerán la adaptación de las poblaciones humanas y la naturaleza a los impactos del cambio climático; y (iii) la educación ambiental, la ciencia ciudadana y las comunidades pesqueras sustentables