Después de una votación que quedó 50-50, el Senado de Estados Unidos aprobó la Ley de Reducción de la Inflación, que usará 739 mil millones de dólares para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y bajar el precio de las medicinas. Fue precisamente la vicepresidenta Kamala Harris quien llegó a dar el voto diferenciado.
En primer término, las empresas de vehículos eléctricos recibirán un crédito fiscal de 7 mil 500 dólares por vehículo, con la intención de reducir las emisiones un 40%, comparado con lo registrado en 2005; y los proveedores de energías renovables tendrán créditos fiscales que llegarán hasta los 30 mil millones de dólares para la energía nuclear; y las petroleras recibirán extensiones a los créditos fiscales por concepto de captura de carbono.
En cuanto a los medicamentos, se puso un límite a los costos de los tratamientos para personas mayores de 2 mil dólares anuales, lo que permitirá a Medicare, el programa de salud pública en Estados Unidos, negociar los precios con las farmacéuticas.
Se dice que los primeros perdedores son los republicanos; y los segundos, las empresas farmacéuticas y tecnológicas que tendrán que soportar los costos asociados, reducción en sus márgenes y nuevos impuestos.
Y con la inversión de 80 mil millones de dólares que le harán al IRS -el SAT gringo-, será difícil evadir sus obligaciones fiscales.
Fuente: Money Brief
Foto: Agencia EFE