Tras más de un año, los entes reguladores chinos concluyeron finalmente la investigación a la plataforma DiDi, que llevaba un buen tiempo en el radar de los reguladores chinos por un asunto de privacidad de datos sobre sus clientes.
El tema fue tan intenso prohibió que la plataforma de viajes compartidos pudiera aparecer en las tiendas de aplicaciones locales e, incluso, recibir nuevos usuarios.
El país ya se dio cuenta de que su perspectiva económica está un poco deteriorada, cedió con algunos elementos de su regulación, algo que dio esperanzas a empresas como Alibaba.
Fuente: The Wall Street Journal