Hasta hace unos años uno de los más grandes logros para un Chef era el conseguir una estrella Michelin, ya que traía consigo reconocimiento culinario pero hoy en día ya no son tan codiciadas como antes lo eran ya que hay chefs que han empezado a renunciar a ellas.
Para entender todo el contexto, debemos entender que son en sí las estrellas Michelin, como el mismo nombre lo indica este viene de una compañía llantera que decidió adentrarse en el mundo de las cocinas a principios del siglo veinte, cuando se le ocurrió crear “La guía Michelin”.
Dónde se publicaban recomendaciones de hoteles, estaciones de gasolina, restaurantes y pequeños sitios de interés para los viajeros. Y ya hasta 1926 la entrega de estas estrellas comenzó a darse en los mejores restaurantes, dando origen a una tradición del soñar con tener una estrella Michelin.
Sin embargo, el problema inició cuando en el 2017 el chef francés, Sébastien Bras, pidió que lo quitarán de la nueva edición de la guía Michelin porque decía que era demasiada presión mantener el restaurante en las condiciones que se exigían.
Después de esto le siguió el chef Magnus Nilsson que al igual que Sebastien renunció a sus dos estrellas debido al cansancio que exigía mantenerla y por ende no le permitía estar tiempo con su familia.
Lo mismo le sucedió al chef coreano Eo Yun-gwon donde demandó a la guía por incluir su restaurante aunque él pidió que no se hiciera y donde él mencionaba que el sistema de las estrellas Michelin es cruel y fomenta un ambiente laboral hostil.
Pero el caso más reciente sucedió el pasado 17 de enero y se le fue retirada una estrella a un restaurante que había mantenido su récord de tres (el reconocimiento máximo) durante más de medio siglo. Siendo que este restaurante era Ia Maison Bocuse, el local insignia del chef de chefs de Francia, Paul Bocuse.
Lo que terminó en una lluvia de críticas gastronómicas que destruyeron a Michelin llegando al punto de decir que la guía se suicidó con su decisión.
Sin embargo, aunque hay chefs que aún aspiran a una estrella cada vez son más los que se cuestionan sobre si un reconocimiento como este es el verdadero futuro de la cocina
