México, a 21 de julio.- Pese a la pandemia, México supo controlar el flujo de Inversión Extranjera Directa (IED), indica Hassan Mansur González. Lo cual, precisa, se puede ver en la posición número nueve a nivel mundial en la que alcanzó a colocarse al final de 2020; sin embrago, anticipa que elementos como los Ferropuertos mexicanos, pueden activar aún más por su naturaleza, la actividad industrial y la entrada de IED al país.
En concordancia con un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), como resultado de la pandemia de Covid-19, la circulación de IED disminuyó en 35% a nivel mundial, pasando de 1.5 a 1 billón de dólares, de los cuales 29 mil millones llegaron a México, aunque correspondió a una cifra 14.7% menor a la registrada en 2019.
“Los confinamientos detuvieron gran parte del flujo en las industrias y las economías nacionales; sin embargo, aquellas etiquetadas como “esenciales” tuvieron la oportunidad de seguir operando, y entre ellas se encontraban algunos subsectores industriales, sobre todo aquellos ligados al agroalimentario. De esa forma se pudo mantener la actividad industrial y se retuvo gran parte de la IED, pero se requiere de elementos que permitan nuevo crecimiento”, indicó el empresario.
Frente este panorama, el empresario lagunero Hassan Mansur González expuso que los Ferropuertos mexicanos consisten en un aliado para el crecimiento de la región norte, centro y bajío del país, con el mismo empuje que expusieron a lo largo de su concepción a mediados de la década de los noventa.
Necesidad de nuevos estándares de calidad y capacidad
“Estas terminales brindan una óptima articulación modal entre ferrocarril y los medios de transporte tanto locales como los adyacentes al otro lado de la frontera; además se constituyen como un eslabón clave dentro de las cadenas de valor del transporte, logística y almacenamiento”.
El empresario añadió que, como complemento al servicio de tren a través los procesos de almacenaje, carga y descarga, empaquetado y redistribución local, los Ferropuertos contribuyen también en la necesidad de nuevos estándares de calidad y capacidad que exige la recién fortalecida relación comercial entre México y Estados Unidos”.
“Lo más atractivo que pueden sumar los Ferropuertos con sus servicios de carga general, además del incentivo a la actividad industrial y la captación de IED, es que diversifican sus sectores de penetración, porque no solo aplica para el agropecuario, sino también para otros como el automotriz, hidrocarburos, plásticos, metales, etc.”
Diseñadas como un proyecto fomentado por empresarios de La Laguna, desde su creación en México como nuevas terminales especializadas, los Ferropuertos señalaron a la atracción de inversiones privadas, mixtas o públicas, que en un panorama post pandemia tiene mayor importancia, la razón principal es que comienzan a formar los nuevos acuerdos comerciales suscritos en el Tratado México-EU-Canadá (T-MEC).
Para concluir, Hassan Mansur González subrayó el crecimiento en la multiplicación de este tipo de terminales, cuyo equipamiento da pie al traslado de granos una regulación sanitaria de mejor calidad, y también adaptabilidad para la revisión de exportaciones e importaciones, con lo que se ha incrementado el embarque y descarga en diferentes puntos de la República.