Los daños que el huracán Otis causó en diversas zonas de Guerrero son catastróficos, cientos de familias se quedaron sin bienes: daños en sus hogares, pérdida de autos, muebles, trabajo, su emprendimiento.
Y es que la llegada abrupta de Otis impidió que se tomarán medidas de prevención, lo que ha impactó más en la zona.
Además de esto, del poco tiempo para protegerse de los vientos que superaron los 300 kilómetros por hora, Guerrero es entidades en el país con menor protección financiera.
Esto indica que muchas de las afectaciones deberán ser asumidas por el bolsillo de quienes resultaron afectados.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), en cuanto a unidades aseguradas contra huracanes y riesgos hidrometeorológicos, hasta el primer trimestre de este año, la entidad de Guerrero contaba con 7,128, posicionándose en el lugar número nueve del Top Ten de entidades federativas con menor protección ante estos fenómenos naturales.
De los más de 3 millones 689,597 habitantes de ese Estado, sólo 7,128 son asegurados vigentes contra huracanes y riesgos hidrometeorológicos, según los datos la CNSF.
Lo anterior refleja que los habitantes de Acapulco, como de otras localidades requerirán de apoyos extraordinarios para recuperarse de los estragos de Otis.