Para poder conservar la industria del crudo antes de las elecciones de noviembre en EU, la administración Trump ha dado luz verde para que se de una movilización en el Ártico y se lleven a cabo perforaciones en zonas ecológicamente sensibles, las cuales antes estaban prohibidas a los productores de petróleo.
Después de décadas de que en esa parte del Ártico ubicada en Alaska no se llevaba a cabo perforaciones petroleras, el secretario del Interior David Bernhardt, decidió firmar un contrato de arrendamiento de petróleo para el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico en el área protegida de 19.3 millones de acres.
El cual es el hogar de miles de aves migratorias y otros animales de vida silvestre como los osos polares y caribúes, que al no haber actividad humana en esa área la hace el lugar perfecto para que estos animales puedan convivir en paz.
Los activistas y ambientalistas se han opuesto a la idea de que se abra y se lleve a cabo la perforación y piden que se respete el refugio que lleva desde 1980 sin tener algún tipo de problema. Pero la firma del contrato busca hacerse de una porción de 631 mil hectáreas de la reserva que es conocida como Llanura Costera.
Este tipo de acuerdos es como parte de la relajación de los controles ambientales que vienen de la administración de Donald Trump y que se piensa usar como clave para poder ganar las elecciones, ya que los candidatos deben de ofrecer opiniones contrastantes sobre el futuro de la energía estadunidense.
Sin embargo, Frank Macchiarola, quien es el vicepresidente de política, economía y asuntos regulatorios del American Petroleum institute, menciono que el proceso para llevar a cabo la perforación dentro del Ártico, cuenta con una revisión ambiental y que si se lleva a cabo se va a desarrollar responsablemente en el área.