Según el informe del Segundo Informe de Gobierno, la deuda bruta se elevó en junio a un 60.2% del PIB, casi 10 puntos porcentuales más que al cierre de 2019.
Según el informe presentado por el mandatario Andrés Manuel López Obrador la deuda bruta del país aumentó, a pesar de la estrategia de no pedir créditos internacionales para combatir los efectos de la pandemia de coronavirus.
Punto de vista de los especialistas
Entre las causas del aumento de la deuda respecto al PIB, las calificadoras destacaron los mayores diferenciales de tasas, la caída del peso, y el histórico desplome económico, pero también coincidieron en que se sumarán mayores riesgos asociados a la petrolera estatal Pemex.
Como lo afirma Ariane Ortiz-Bollin, analista a cargo de la nota soberana en Moody’s:
«La mayor parte del incremento esperado tiene que ver con una carga más alta de interés. Si bien las tasas están bajando, los inversionistas están demandando una prima de riesgo más alta a México».
En tanto, para S&P, el potencial apoyo estatal a PEMEX podría ser un riesgo si las deudas combinadas se elevan demasiado, lo cual es factible, como explica Lisa Schineller.
A principios de 2020 las principales agencias calificadoras hicieron recortes a la nota soberana de México, alimentando los temores de que el país perdiera el grado de inversión, ante la falta de apoyos fiscales y las políticas gubernamentales.
Charles Seville, codirector de notas soberanas de América en Fitch explica:
«Hay varios detonadores (para un recorte de calificación), pero uno es precisamente si sube o si creemos que va a subir el ratio deuda/PIB derivado de políticas o de los efectos del virus en la economía».
Sin embargo, el experto aseguró que tiene la expectativa de que el gobierno se ciña al Presupuesto 2021 para estabilizar la deuda.
