Philip Swift, analista de Bitcoin y creador de lookintobitcoin.com, expuso cuatro razones por las que cree que BTC se dirige a los $22,000. Tanto los factores fundamentales como los técnicos indican que el impulso de la criptomoneda se está fortaleciendo.
Swift cita cuatro factores principales que podrían impulsar su precio: el porcentaje de HODL muestra la confianza de los inversores, las tasas de financiación son neutrales, las reservas de Bitcoin están cayendo y la acumulación por parte de las instituciones está creciendo.
No se trata de una burbuja
Mientras los indicadores se mantienen en euforia extrema, y se esparce la nostalgia del optimismo excesivo que tuvo diciembre de 2017, reluce la pregunta de si Bitcoin está o no dentro de un comportamiento de burbuja similar al vivido hace poco menos de 3 años.
Bitcoin lleva seis semanas consecutivas con cierres ganadores cuyos rendimientos promedian un +7,32% por cada período de 7 días. Agregado a esto, los indicadores se han mantenido en niveles de sobrecompra y la vista del precio por encima de 16.000 dólares está llenando de voces alcistas las comunicaciones alrededor de la principal criptomoneda.
Si bien es cierto que los indicadores que intentan describir la cotización de Bitcoin están marcando niveles altos de euforia y sobrecompra, tanto la estructura del precio como el marcaje de los osciladores está lejos de ser igual de extremo que los obtenidos en 2017 aún, de hecho, en algunos casos ni se acerca a lo obtenido en el año 2019.
El mercado cumple ciclos, es un principio irrefutable, Bitcoin los ha cumplido como cualquier otro activo, y los seguirá cumpliendo. Con esta afirmación, la finalidad del presente análisis no es mencionar que Bitcoin subirá meteóricamente a partir de este momento, por el contrario, los principios técnicos actuales indican una pronta corrección. Sin embargo, el sentimiento extremo de optimismo eufórico que precede la denominación de “burbuja” no parece estar esta vez, dejando como punto clave que, probablemente, la corrección venidera no vaya a ser tan abrupta como el período bajista de 2018.